Por Marco Tosatti. Nuova Bussola Quotidiana. 29 de enero de 2018.
La pastora – católica – de la diócesis de Linz en Austria…
En Katholisches – Revista para la Iglesia y la Cultura hemos encontrado un artículo muy interesante, escrito por una mujer, Martha Burger, el cual puede evitar por lo menos cualquier acusación de “falo-centrismo, sobre un extraño fenómeno que tiene lugar en la diócesis de Linz. En la cual una mujer en una iglesia católica, dice ella misma: “Soy pastora, manager, párroco y diaconisa, (y por esto) consagrada por la vida”.
Martha Burger hace la observación de que “el fenómeno de la usurpación de los espacios sagrados por parte de mujeres está infectando de un modo insidioso a la Iglesia austriaca y provocando una escasez de vocaciones no vista antes”. Es un proceso que tiene raíces antiguas; y Burger en particular hace notar para el caso de su país que “determinadas corrientes de pensamiento, en particular cuando no forman parte del mainstream [corriente de moda] o incluso cuando están prohibidas, pueden sobrevivir bajo el radar incluso por generaciones. Es solo cuando han alcanzado una cierta fuerza que acceden a la dimensión de la oficialidad, a veces de improviso, otras veces de forma planeada”. Ahora, es un dato conocido el que la Iglesia católica contemporánea ha sido indulgente con desviaciones, y las corrientes “de ruptura” se han desarrollado al interior de la misa a partir del Concilio Vaticano II, perdiendo el control progresivamente. Los vértices eclesiales han rehuido a menudo la confrontación, han permitido una progresiva aparición de situaciones las cuales no han afrontado.
Las consecuencias de tal indulgencia de la Iglesia, es que se ha llegado a tolerar desviaciones doctrinales en las escuelas y facultades teológicas.
En consecuencia, Martha Burger habla de una “peligrosa ceguera” en la Iglesia. Y muestra un ejemplo evidente: “Esta ceguera se vuelve visible en la edición de hoy del Kronezeitung (una revista austriaca N.d.T.) Si notamos la distorsión de los conceptos, la percepción del propio papel y el pretendido avance”.
“Yo soy una pastora”: estas son las palabras de Sissy Kampter (57 años) informa el Kronenzeitung, en el cual se lee ahora: “La teóloga pastorea la Parroquia del Niño Jesús en Steyr y pide más derechos para todas las mujeres al interior de la Iglesia”. La Parroquia del Niño Jesús (Christkindlbasilika) es una meta de peregrinaje a nivel internacional sobre todo por su oficio postal, dirección “oficial” para las cartas de los niños que son enviadas al Niño Jesús en tiempo de Natividad. Hija de un impresor, la señora Kampter no quiso entrar en el negocio de la familia: “Trabajo en la Iglesia ya desde 1984” dice. “Hoy”, continúa el artículo, “el cuidado de las almas para el Niño Jesús está completamente en sus manos”.
“Soy la ‘párroca’ titular” (Pfarrenin es el femenino de Pfarrer=párroco, N.d.T.)
Martha Burger hace la siguiente nota: “Lo afirma la misma Kampter: Es desde hace tiempo, a estas alturas, que la comunidad ha aprendido a apreciar su empeño en el altar”, informa el periódico, aunque se intuye que se podría decir cualquier cosa de más pero, a razón de ser “políticamente correctos”, no ha sido escrito. “El Sacrificio Eucarístico en la Basílica es celebrado por un párroco adjunto externo”, así se lee en el periódico y se resume en esta frase breve, la completa distorsión de la Liturgia y de los Sacramentos. La celebración Eucarística se convierte en un elemento opcional, accesorio y ocasional; el elemento central está constituido por la “Misa” de la “párroca titular”. La palabrita “adjunto” deja por demás intuir quién está al mando ahora, “párroco adjunto” que, en cambio, sólo es tolerado”.
Martha Burger subraya el hecho de que ya no hay más Sacrificio Eucarístico, pero hay algunas “funciones religiosas” no especificadas. Y escribe: Sorprende que la igualación resulte tolerada por los directivos de la Diócesis. Al respecto no está claro si – y si es así, ¿quién? – se estaría comportando de una manera innegablemente culpable. Porque, evidentemente, en la diócesis no hay alguien que recuerde a los fieles que cualquier género de “función religiosa” NO SATISFACE EL PRECEPTO DOMINICAL”.
Y aparentemente esta ambigüedad no se limita a Steyr, si “también en la capital Linz sucede que en algunas parroquias, donde son se encuentra más un párroco, se da rienda suelta a la locura celebrando todo género de “funciones religiosas” (celebraciones [“misas”] de la familia, de los niños, del carnaval, ecuménicas…), cuando bastaría con pedir a los fieles el trasladarse unos pocos cientos de metros para asistir a la Santa Misa en la parroquia vecina”.
La ambigüedad está difundida y alimentada por el sitio web de la parroquia santuario. Denuncia Martha Burger: “La Kamptner teóloga en el Niño Jesús opera una suerte de engaño, como se intuye leyendo la página de internet de la parroquia, albergada en el sitio de la diócesis. Se anuncian con diligencia las funciones religiosas dominicales, pero sin especificar si se trata de la Santa Misa o de celebraciones ‘a la Kamptner’. Ella tiene la función oficial de “asistente parroquial”, pareciera cubrir al interior de la iglesia un papel análogo a aquel de un consagrado. También en eso la situación es equívoca y en verdad, entre los asistentes pastorales de la diócesis de Linz, esto es más la regla que la excepción. Sus pañuelos en colores batik[1] usados a manera de estola deberían indicar una dignidad sacerdotal que no tuvo nunca antes.
Para hacerse una idea más precisa y suficiente basta seleccionar el calendario de las funciones en la página de internet de la basílica, y valorar las indicaciones incompletas de qué visitante se encuentra. Por ejemplo, el próximo domingo 21 de enero de 2018, habrá una “liturgia de la palabra” y es una “liturgia parroquial”; pero ninguna Santa Misa. “La liturgia de la palabra” prevé una “plegaria conmemorativa” por parte de una familia en sufragio de su hijo difunto, ¿Se trata de una Misa en sufragio por la que se paga un estipendio? La sospecha de que se cobre por “funciones religiosas”, que no son la Santa Misa, existe en diversas diócesis austriacas”.
La falta de sacerdotes, es la razón aducida como bien sabemos, por muchos para justificar los experimentos creativos. En Austria –y también en otros países europeos, agregamos nosotros – esta carencia, según la señora Burger, tiene que ver “con una mala teología que combate contra el sacerdocio católico y que lo desea sustituir con otro tipo de sacerdocio. La carencia de sacerdotes sea deseada o no es el resultado directo de una teología errada, a la base de la cual se encuentra una comprensión errada de la Iglesia. Esta cada vez más urgente falta de sacerdotes es también auspiciada al menos por parte del clero y de los laicos que operan en la Iglesia. Se cree que de este modo se podrán forzar cambios estructurales que desean introducirse: La remoción del celibato sacerdotal y el acceso de las mujeres al sacerdocio”.
La última ordenación de un sacerdote – no religioso o perteneciente al mundo de la “tradición” – fue en el año 2014, y los sacerdotes venían de Polonia y de Schleswig – Holstein. El seminario está casi vacío, porque escribe Martha Burger, “los pocos seminaristas capaces de resistir a un aparato de laicos infestados por la ideología de género, políticamente roja-verde (Izquierda y “Verdes”, n.d.t.) y sustancialmente hostil a la Iglesia, huyen a buscar abrigo en las comunidades monásticas o en los capítulos de canónigos”.
Nuestra tarea está al servicio de la vida, y no de las estructuras de poder” –afirma la señora Kamptner indicando que la su función –y la de otros – es la de “promover la equiparación al interior de las estructuras. Y eso es, “la admisión de las mujeres a la ordenación”, el Kronenzeitung reporta literalmente las palabras de Kamptner “¡es decir que se proceda finalmente en el tema de la ordenación de la mueres al diaconado!” En conclusión, dice de sí misma: “¡Yo soy diaconisa consagrada por la vida!”
Artículo de Marco Tossati
[Traducción de Uriel García. Dominus Est. Artículo original]
*permitida su reproducción mencionando a dominusestblog.wordpress.com
[1] El batik es una de las varias «técnicas de teñido por reserva» (Ikat; Tie Dye; Plangit; Bandhana; Shibori). Es utilizado para colorear tejidos y consiste en aplicar capas de cera sobre las regiones que no se desean teñir (zonas reservadas), fijándose las anilinas en aquellas zonas no reservadas. Este proceso se puede repetir tantas veces como se desee, lo que permite sobreponer colores, logrando con ello una muy rica variedad de matices. La propiedad que tiene la cera de resquebrajarse una vez endurecida, permite que en el posterior teñido se dibujen líneas quebradas o «craqueladas». Este «craquelado» constituye el sello diferenciador de esta técnica de teñido de otras similares como el shibori, por ejemplo, que no se trabaja con cera y sus líneas las debe a amarres o finos pliegues en la tela.
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