Empeora la salud de Benedicto XVI. Preocupación en el Vaticano

El Papa Emérito, quien ya tiene noventa años, tiene serios problemas para caminar y no logra tampoco celebrar la misa por sí solo. Sin embargo, tiene muy lúcida la mente.

Por Michele M. Ippolito. Vaticano. 13 de octubre de 2017.

La saludos del Papa Emérito Benedicto XVI va empeorando poco a poco y el pontífice ya no estaría en posibilidad de celebrar la misa por sí solo permaneciendo de pie en el curso de la liturgia. A levantar la voz de alarma, primero un artículo de un sitio web alemán, después las palabras de un obispo copto egipcio Kyrillos William Samaan, quien durante una reciente entrevista a un sitio web suizo afirmó haber encontrado recientemente a Benedicto XVI debilitado físicamente pero también muy lúcido.

Por otra parte, Joseph Ratzinger ha rebasado ya los noventa años y sus condiciones físicas no pueden más que resentir la edad avanzada. Después de su renuncia al papado en el 2013, su salud había mejorado gracias a la eliminación de las tareas oficiales, pero la naturaleza ahora está haciendo lo suyo. El Papa logra hacer frente a los asuntos cotidianos, entre los cuales las visitas de religiosos y laicos, así como la elaboración del prefacio de algún libro, apoyándose en su secretario personal, el prefecto de la Casa Pontificia, mons. Georg Gänswein. No obstante, “conoce todo y me ha pedido contarle la situación en Egipto”, explicó el obispo Samaan.

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El Papa Benedicto XVI había celebrado sus noventa años el pasado abril en presencia de mons. Georg Gänswein, de sus colaboradores y de una delegación oficial proveniente de su tierra de origen, la Baviera. “Mi corazón está lleno de agradecimiento por los noventa años que Dios me ha dado – dijo en aquella ocasión – El Señor siempre me ha guiado y hecho superar los problemas”.

En meses pasados su secretario había declarado que el Papa Emérito “es como una vela que, lenta y serenamente, se apaga, como sucede a muchos de nosotros. Está sereno, en paz con Dios, consigo mismo y el mundo”, haciendo énfasis en que el pontífice “está interesado en todo y conserva su humor fino y sutil, con el que ‘sabe poner sal’”. Incluso si ya está obligado a apoyarse con un deambulador, el Papa no renuncia a dar un breve paseo diario y pasa mucho tiempo en compañía de algunos gatos que viven en los jardines vaticanos y que representan su gran pasión.

 

[Traducción de Dominus Est. Artículo original]

*permitida su reproducción mencionando a DominusEstBlog.wordpress.com

 

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