Por Pete Baklinski. LifeSiteNews. 16 de noviembre de 2017.
El Cardenal Burke indicó [en días pasados] que una “corrección formal” al Papa por parte de los cardenales puede volverse “necesaria” a fin de proveer una “presentación clara de la enseñanza de la Iglesia sobre los puntos en conflicto”.
ROMA, Italia — El énfasis del papa Francisco en la “misericordia” por encima de la “ley” le permite ver a un “segundo matrimonio”, después de un primer matrimonio válido, de una manera tal que no esté “definido regularmente como adulterio”, sugirió un sacerdote y profesor de seminario en un artículo publicado recientemente en el diario oficial del Vaticano L’Osservatore Romano.
El Padre Gerald Bednar, Vicerrector y Profesor de Teología Sistemática en el Seminario de Saint Mary en la Diócesis de Cleveland en los Estados Unidos, escribió un artículo publicado el 10 de noviembre en el que dice que el papa Francisco en su exhortación Amoris Laetitia [la Alegría del Amor] no trata de “poner de moda una nueva doctrina” sino “incorporar una vía misericordiosa para aplicar la ley”.
Padre Gerald Bednar
Criticó a los “detractores” de Amoris Laetitia que “se niegan a entender una sutil pero importante diferencia entre ley y misericordia”.
“El problema no es si el divorcio está permitido. Claramente no lo está. El problema es si un segundo matrimonio deba distinguirse regularmente como adulterio. Esa pregunta en específico no se ha hecho antes, ni siquiera en Familiaris Consortio”, escribió Bednar.
La Iglesia, sin embargo, siguiendo las palabras de Cristo sobre el matrimonio en los Evangelios, enseña que un matrimonio consumado entre un hombre y una mujer bautizados que se han unido válidamente es indisoluble, esto es, que tal unión no puede ser rota por ninguna autoridad, incluyendo el Papa.
De acuerdo con el Sexto Mandamiento de Dios que prohíbe el adulterio, la Iglesia enseña que para un hombre o mujer casado que se une sexualmente con alguien que no es su cónyuge, constituye esto un acto, el cual, en y por sí mismo, independientemente de las circunstancias e intenciones, es siempre “gravemente ilícito en razón de su objeto”.
“Adulterio se refiere a la infidelidad marital”, establece el Catecismo de la Iglesia Católica. “Cuando una pareja, de la cual al menos uno está casado con otra persona, tiene relaciones sexuales – incluso pasajeras – comete adulterio”.
El Sexto Mandamiento y el Nuevo Testamento prohíben absolutamente el adulterio”, añade el Catecismo.
Bednar escribió que el papa Francisco “propone que en casos apropiados, una pareja que ya se encuentra en un segundo matrimonio pueda entrar en un período de discernimiento, acompañada por un sacerdote experimentado, de manera que puedan reflexionar sobre asuntos relevantes. Después de un período de tiempo recomendable, pueden hacer una confesión sacramental en la que acepten una penitencia apropiada y reciban la absolución”.
“La Comunión puede venir después de ese discernimiento y penitencia (AL 305) [Bednar cita este numeral]”, añadió.
La Iglesia, sin embargo, enseña que sólo aquellos católicos que están en estado de gracia, estando libres de pecado mortal, y en la correcta disposición, pueden acercarse dignamente a la Santa Comunión. Muchos obispos, siguiendo esta enseñanza, han interpretado la exhortación del Papa como que ésta no permite la Comunión para los católicos divorciados vueltos a casar civilmente viviendo en adulterio. Estos incluyen un número de obispos en Canadá, Estados Unidos, y a todos los obispos polacos.
Bednar dijo que la “respuesta tradicional” de que las parejas en situaciones maritales irregulares vivan como “hermano y hermana” antes de recibir la Comunión provoca que muchos “retrocedan ante la idea misma de simular el sacramento [del matrimonio]”.
Dijo que “el papa Francisco muestra misericordia” para con aquellos que han fracasado en su primer intento de matrimonio a través de fallos morales personales.
“Después de que confiesan su pecado, ¿deben establecerse sólo para un matrimonio simulado? Todos están de acuerdo en que después de un divorcio de un matrimonio válido y volviendo a casarse, la parte culpable debería arrepentirse y reconciliarse. Si no hay reconciliación, con el paso de los años, la situación de las partes puede cambiar. La misericordia puede pedir que se deje el segundo matrimonio como está”, dijo.
El artículo de Bednar llega un año después de que los cuatro cardenales hicieran públicas las cinco preguntas (dubia) dirigidas al papa Francisco, preguntando si su exhortación se ajusta a la enseñanza católica perenne. Las afirmaciones hechas por Bednar sobre el matrimonio, adulterio, y los sacramentos en su artículo, resaltan la relevancia de las preguntas sin respuesta de los cardenales de los dubia.
Los primeros tres dubia preguntan [en resumen]:
1) De acuerdo con las afirmaciones de Amoris Laetitia (nn. 300-305), ¿puede concederse la absolución a una pareja adúltera habitual y recibir la Santa Comunión?
2) Con la publicación de Amoris Laetitia (cf. n. 304), ¿sigue siendo válida la enseñanza de san Juan Pablo II en Veritatis Splendor de que existen “normas absolutas morales que prohíben actos intrínsecamente malos y que son vinculantes [que obligan] sin excepción?”
3) Después de Amoris Laetitia n. 301, ¿todavía es posible afirmar que el adulterio habitual puede ser una “situación objetiva de pecado grave habitual?”
En días pasados, el Cardenal Raymond Burke, uno de los cardenales de los dubia, emitió una “súplica final” al papa Francisco para tener claridad.
Dijo que la actual situación en la Iglesia está “empeorando continuamente” al tener obispos de Filadelfia a Malta ofreciendo interpretaciones divergentes y “a veces incompatibles” de Amoris Laetitia.
El Cardenal dijo que la revoltura de interpretaciones pone en peligro “asuntos esenciales del depósito de la fe” y “ha llevado a algunos a proponer un cambio de paradigma respecto a toda la práctica moral de la Iglesia”.
Burke indicó que una “corrección formal” al Papa por parte de los cardenales puede volverse “necesaria” a fin de proveer una “presentación clara de la enseñanza de la Iglesia sobre los puntos en conflicto”.
[Traducción de Dominus Est. Artículo original]
*permitida su reproducción mencionando a DominusEstBlog.wordpress.com
Portada: Spaziani
DOMINUS EST 
Muchísimas gracias por el envío. Cuando el Pastor se separa de su misión -enseñando u ordenando lo contrario de lo que manda la Santa Iglesia- la obediencia a la Santa Iglesia consiste precisamente en no seguir al Pastor desobediente.
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