El ‘Requiem’ del Rito Antiguo nos muestra la temible naturaleza de la muerte

Por Francis Phillips. CATHOLIC HERALD.

 

El Requiem tradicional nos prepara incesantemente, llamándonos a contemplar el temible misterio de la muerte.

 

Dos viejos amigos míos han muerto recientemente. Uno tuvo una misa de requiem en el rito ordinario (novus ordo); el otro tuvo una misa de requiem en el rito extraordinario (antiguo). Quedé muy impactado por el contraste en la liturgia entre estas dos misas. Pongámoslo de manera sencilla, la primera – donde las oraciones eran muy breves – hizo énfasis en la misericordia de Dios; la segunda puso énfasis en su justicia.

Podrán señalar que los dos ritos se complementan así el uno al otro; como Papa Emérito, Benedicto XVI declaró que, sólo hay una misa, pero en formas diferentes. Sin embargo la diferencia en el énfasis es significante. Después de todo, somos personas que tenemos un lenguaje e imaginación; palabras e imágenes causan una profunda impresión y cuando ambas son restringidas o alteradas, nuestra respuesta cambiará sutilmente.

He asistido a muchas misas de funeral en el rito ordinario. Dejando de lado la tendencia a convertirlas en celebraciones de la vida del difunto, con los elogios presentes teniendo lugar en la iglesia, es casi imposible no llegar a pensar de modo optimista que la misericordia de Dios está por encima de todo; que el difunto llevó una buena vida; que nosotros también somos buenas personas; y que todo está bien con nosotros y con ellos. Repasando las palabras del nuevo requiem, puedo notar que la palabra “misericordia” se repite varias veces, junto con la referencia a “nuestra verdadera tierra” y su “eternas alegrías”.

 

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En contraste, severo y solemne, el rito antiguo nos prepara incesantemente, llamando constantemente a la congregación a contemplar la temible naturaleza de la muerte, su completa otredad y su temible misterio. Recuerdo una vez tratando de explicar a un crítico de la iglesia que el “santo temor” no es Dios tratando de aterrarnos deliberadamente sino simplemente el reconocimiento de un aspecto importante de nuestra relación con Él. Esta persona no podía entender la diferencia, sosteniendo que no era saludable psicológicamente “atemorizar” a la gente para que obedezca.

Más que misericordia, el rito antiguo no teme abordar varias veces el tema del Infierno: en la oración colecta pedimos (cito la traducción; la misa es celebrada en latín) que el difunto no sea “entregado en manos del enemigo” y que “no sufran los dolores del infierno”. El Gradual y el Tracto mencionan la “mala fama”, “las cadenas del pecado” y el “juicio de la venganza”.

El Dies Irae completo, la Secuencia, como bien conocen quienes asisten a misa en latín, es una parte profundamente hermosa pero también prevista para inducir el temor de Dios que mi contraparte en la conversación no podía o no quería ver. “No me abandones a la reprobación”, “Culpable como soy, me deshago en gemidos”, “Cuando los malvados/condenados a las flamas de la aflicción sin límites” son sólo algunas de la resonantes frases entonadas. La oración del Ofertorio hace referencia a los “dolores del Infierno y al pozo sin fondo”, y la Absolución menciona “el peso de vuestra venganza” y el “pavor y temblores”, el pensamiento en el “juicio y la ira que ha de venir”.

Tal vez seré acusado de citar fuera de contexto. Pero no. Simplemente me doy cuenta de que la liturgia del rito antiguo es un instrumento deliberado de enseñanza para quienes asisten a un Requiem (en el caso de mi amigo, quien era un converso, habrían incluido a no católicos y a no creyentes) así como a una ocasión litúrgica solemne. Nos señala a Dios en vez de a nuestra fraternidad terrenal, a la vida después de la muerte en vez de antes de ésta, a la eternidad en vez del confort humano.

Posiblemente en el pasado, hubo demasiado fuego del infierno. Hoy con seguridad hay muy poco de éste. Siendo humanos, nunca conseguimos el equilibrio correcto.

 

[Traducción de Dominus Est para Liturgia y Tradición Católica.  Artículo original]

*permitida su reproducción mencionando a DominusEstBlog.wordpress.com

 

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