Tengan cuidado con las noticias que comparten. No le hagan el juego a los masones y a los enemigos de la Iglesia… No sigamos el juego a los enemigos de la Iglesia compartiendo noticias falsas o de «fuentes dudosas».
Por P. Tomás Beroch. 10 de marzo de 2019.
Tengan cuidado con las noticias que comparten. No le hagan el juego a los masones y a los enemigos de la Iglesia. Por dar un ejemplo: muchos han compartido una noticia de un tal Martel donde se afirmaba que en el Vaticano 4 de 5 sacerdotes eran homosexuales – lo cual quiere decir que en teoría el 80% de los sacerdotes del Vaticano patean para el otro bando. Esa noticia es una calumnia tan grande como de aquí a la China. No entiendo cómo es que muchos católicos no se dan cuenta que una noticia así nunca puede ser tomada en serio.
Primero, ¿cómo han hecho para contarlos? ¿Les han hecho un seguimiento personal a cada uno y hasta se metieron en sus camas?
Segundo, en la investigación de Martel abundan los errores y rumores sin confirmar. Parafraseando a Voltaire: «miente, miente que algo quedará», el lema de Martel es «tú calumnia, calumnia, que algo queda».
No es casualidad que Martel haya sacado este libro sobre la supuesta «comunidad gay» del Vaticano el mismo día que comenzó en la Santa Sede una Cumbre sobre abusos en la Iglesia. No hay mejor momento para captar la atención mediática.
Martel basa la mayor parte de su información en simple rumores y fuentes anónimas; él mezcla de forma muy confusa los rumores con las fuentes a las que supuestamente habría tenido acceso – lo cual nunca probó. Su informe está estructurado de esta manera: «me dijeron que…», «escuché que…», «leí que…». No hay evidencia ni pruebas que puedan tomarse realmente con seriedad.
Es claro que la pederastia es una aberración. También es terrible y patético que algunos miembros de la Iglesia hayan encubierto a algunos abusadores. Debe caer todo el peso de la ley – civil y eclesiástica – sobre los sacerdotes abusadores y también sobre sus encubridores, pues la misericordia debe ejercerse en primer lugar con las víctimas. Todo abusador sexual, sea sacerdote o laico, debe ser denunciado ante la policía, de eso no quepa la menor duda, pues ningún tipo de aberración puede ser tolerada.
Sin embargo, de cien sacerdotes que son acusados de pederastia, apenas cinco son culpables. El resto son machacados en los medios de comunicación, pero cuando se descubre su inocencia, nadie limpia sus nombres.
¿Que hay inmoralidad dentro de la Iglesia?, la hay y de eso no hay dudas. La inmoralidad es injustificable, y mucho más en los sacerdotes que deberíamos ser ejemplo. Lo que es un hecho, no tomemos en serio todas las noticias que existen al respecto, ya que hay mucho de calumnia y muchas mentiras.
Nunca perdamos de vista que la masonería siempre agrandará los números con tal de embarrar a la Iglesia. Si son 3 los culpables, dirá que son 300, ya que no tienen ningún inconveniente en mentir para lograr sus fines. No compremos pescado podrido, ni sigamos el juego a los enemigos de la Iglesia compartiendo noticias falsas o de «fuentes dudosas».
No nos olvidemos tampoco que la pederastia es patrocinada por los mismos que buscan ensuciar a la Iglesia, ya que son los mismos masones quienes apoyan la enseñanza de la ideología de género en los niños de edad temprana, y son ellos mismos quienes buscan legalizar la pederastia en algunos países de primer mundo – en Canadá y en los Países Bajos se buscaba que la pederastia fuera legal, en el caso de que el menor de edad consienta tener voluntariamente relaciones con un adulto. Ellos condenan estas inmoralidades solamente cuando buscan atacar al Cuerpo Místico de Cristo, pero las apoyan cuando éstas favorecen a sus intereses.
No dejemos de recordar que si bien hubo un Judas Iscariote que traicionó a Jesús, hubo once apóstoles que se mantuvieron firmes y murieron mártires.
En el mundo hay miles de sacerdotes que dan su vida por la Gloria de Dios y la salvación de las almas. Millares de sacerdotes en las leproserías, hogares, escuelas, barrios bajos, etc., hacen un bien enorme a toda la humanidad, y de estos no se habla, porque como bien dice el refrán: hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece día a día. El bien que hacen algunos sacerdotes no justifica el mal que hacen otros, eso está claro. El mal nunca puede ser tolerado. Pero lo que quiero decir es que esos curas que son pederastas o inmorales no son la Iglesia, sino miembros malos de la misma. Así como uno no busca las manzanas podridas sino aquellas que son comibles, tampoco debemos detenernos en los miembros inicuos – que por otra parte no son fieles a Jesucristo – sino que debemos mirar el ejemplo de los santos que son aquellos que nos muestran el verdadero rostro del Señor.
¡Muchas bendiciones para cada uno de ustedes!
Padre Tomás
Leer también:
¿Cómo sabemos si una persona, o una obra, es de Dios?
Discernir una Persecución Justa de una Injusta
Tú, que tienes, ¿agradeces a Dios por todos tus dones?
A ti que sufres, quiero decirte que no estás solo/a
FIDELIDAD Y PERSEVERANCIA EN EL MINISTERIO. Carga tu Cruz, es fácil amar cuando todo va bien
DOMINUS EST 