Por Paolo Pasqualucci y Maria Guarini,
dos de los firmantes de la Corrección Filial.
CHIESA E POST CONCILIO.
Vatican Insider abre, sobre la Correctio filialis de haeresibus propagatis con un titular de efecto y lleno de hostilidad, con el evidente propósito de desviar la atención de la clara importancia de su contenido y alimentar la campaña difamatoria en las confrontaciones de estudiosos y fieles que no están “contra” ninguno, mucho menos contra el Papa, pero piensan y se expresan “por” amor a la verdad.
El autor presenta, capciosamente, la corrección filial como si fuera la corrección formal esperada de parte de los 4 y ahora 2 cardenales firmantes de los Dubia. En vez de esto se trata de una iniciativa totalmente diferente. Escribe “…ha sido publicada la anunciada ‘corrección formal’ al Papa Bergoglio por los presuntos errores contenidos en la exhortación postsinodal “Amoris Laetitia”, pero sorprendentemente el documento, que según ha afirmado quien lo ha publicado y fue entregado a Francisco el 11 de agosto, no contiene firma de cardenales…”Aquí sólo puede hablar de sorpresa por la ausencia de firmas de cardenales solo aquel que esté haciendo pasar el documento como la “corrección formal” cardenalicia ya anunciada, de la que se sabe, no se ha llevado a cabo. Además, el documento va más allá de los Dubia, aunque no la ignora.
Del siguiente planteamiento decisivo que el autor presenta el modo singular el documento. Escribe: “la ‘corrección formal’ presentada bajo la forma de ‘corrección filial’ firmada por 62 personas etc.”… Si era “formal”, ¿qué sentido tenía presentarla en forma “filial”? ¿Qué quisieron decir? Pero, en conclusión, ¿Por qué manipular la noticia de esta manera?, nosotros, firmantes del documento no nos estamos apropiando el derecho de elaborar una “corrección fraterna” que, a causa de su impacto doctrinal y disciplinario, es solamente para los cardenales.
Nuestra “corrección” solamente es “filial”. Inicialmente los 4 cardenales esperaban poder presentar al Papa Francisco una corrección “fraterna”, claro está que en un encuentro privado, pero el Papa no ha querido recibirlos.
Por cierto, ya debería estar claro a cualquiera que sea dotado con el mínimo de honestidad intelectual que los Dubia se hicieron públicos como un “acto de justicia y de caridad” a causa de “la gran pérdida de muchos fieles y la gran confusión sobre cosas importantísimas para la vida de la Iglesia”, también a causa de interpretaciones contradictorias de Amoris Laetitia dentro del mismo Colegio Episcopal, mientras “ la gran Tradición de la Iglesia nos enseña que el camino de salida a cuestiones como esta es la apelación al Santo Padre, pidiendo a la Sede Apostólica que resuelva aquellas dudas que son la causa de desconcierto y confusión. Por lo tanto los Dubia – así como la ya anunciada corrección formal cardenalicia- están dictadas por una verdadera preocupación “por el verdadero bien de las almas, suprema ley de la Iglesia.” Y han sido presentadas con un estilo impecable. Afirman los cardenales: “Aquello que hemos hecho y lo que estamos haciendo nace de la profunda preocupación colegial que nos une al Papa, y de la apasionada preocupación por el bien de los fieles”. Y concluyen: “Quiera Su Santidad bendecirnos, mientras le prometemos tenerlo presente en nuestras oraciones”.
Un estilo que contrasta fuertemente con el tono de burla impreso por el autor a su artículo: “El banquero Gotti Tedeschi (con otros 61) acusa al Papa de 7 herejías”, típico de la más burda polémica. Y en el subtítulo “…Entre los 62 firmantes destacan los nombres del expresidente del IOR [Banco Vaticano] y de administradores de un blog anti-Francisco”. Como decir, ¿qué deseamos hacer?, solo un banquero y predispuestos “administradores de blog” sobre todo anti-Francisco podrían firmar este tipo de documento. ¿Qué quieres que entiendan?, que entre los firmantes también hay teólogos muy reputados como Monseñor Livi y el padre Serafino Lanzetta. Tornielli (el autor de dicho artículo) se guarda mucho de hacerlo esto presente a sus lectores. Sin embargo, esto se destaca correctamente en el informe de la revista. Y también hay firmas de profesores, eruditos, eruditos internacionales de clara fama (el psicoterapeuta Gerard van den Aardweg, Martin Mosebach, etc.).
Respecto al “banquero” se extrajo con tanta temeridad del grupo, además de ser un excelente profesor en materia económica-financiera, y también autor de importantes ensayos contracorriente del capitalismo, sobre la decadencia de nuestra sociedad abortista, dedicada al hedonismo más desenfrenado. Tal vez por esto es que sea antipático a los «jefes» más agresivos. Por haber dicho verdades fundamentales, incomoda también a los conformistas que pueblan el Vaticano y sus alrededores. Gotti Tedeschi – en cualquier caso – aclara que el documento “es un acto devoto, una invitación a la reflexión” reivindicando su lealtad al Papa y declara que “los enemigos del Papa están bien camuflados, no se expondrán con una carta abierta y firmada”. Afirma en una reciente entrevista “desde hace tiempo se han desarrollado en nuestro país dos deportes: los ‘intérpretes del Santo Padre’ y los ‘cazadores de disidentes’ (verdaderos o inventados) del pensamiento del Papa. Faltando argumentos inventan similitudes sugestivas y ofensivas”. Y sobre la cuestión específica declara “yo estoy al margen en este asunto”. Se me ha presentado el documento y se me pidió firmar, conozco a las personas que han tomado la iniciativa, tengo una gran estima por ellos” explicando que compartía el contenido del documento que había llegado a la mesa del pontífice incluso antes de su adhesión.
Paolo Pasqualucci y Maria Guarini,
dos de los firmantes de la Corrección Filial
[Traducción de Uriel García. Dominus Est. Artículo original]
*permitida su reproducción mencionando a DominusEstBlog.wordpress.com
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